viernes, 6 de enero de 2012

El nerviosismo panista


Por: Luis Ángel Hurtado Razo
@Hurtado RazoLuis

¿Por qué tanta presión por parte del Partido Acción Nacional, por evitar los mítines de los precandidatos únicos?

La respuesta puede ser sencilla, pero a la vez es compleja. El PAN y sus precandidatos a la presidencia tiene miedo de que su estrategia no funcione en los meses que dura la etapa de precampañas.


Pero, ¿cuál es la estrategia del panismo? Pues utilizar durante los 60 días que dura está etapa todos los recursos a su disposición entre ellos, los medios de comunicación y financieros, con el simple objetivo de que sus precandidatos cuando ya inicien la campaña política tenga una mínima diferencia entre el líder de las encuestas Enrique Peña Nieto.

Para ello, buscan con toda alevosía y ventaja desaparecer de todo espacio noticioso a sus adversarios. Principalmente a Andrés Manuel López Obrador precandidato único del PRD-PT-MC (Coalición progresista), quien actualmente figura en segundo lugar de las preferencias electorales, después de Peña Nieto.

Y a que se debe que AMLO este en esa posición, pues los panistas aun no se han dado cuenta o siguen negando que AMLO cuenta con el apoyo, el carisma y el liderazgo que ninguno de los precandidatos del PAN goza. Pero su liderazgo no es algo que los medios de comunicación y una campaña política hayan construido, como el caso de Peña Nieto, Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero.

Todo lo contrario, el liderazgo de AMLO se debe a su acercamiento a la sociedad mexicana y al decir sociedad mexicana, me refiero a todas las clases sociales, pero principalmente a las clases más pobres y a las que el poder político ha pisoteado durante casi tres décadas y las que representan casi un setenta porciento de la población de México.

Otro factor elemento que define el liderazgo de AMLO, es lo que los especialistas en comunicación definen como “la capacidad para el uso de la información” (las comillas son mías). Pero si quisiera enfatizar que no quiero decir que AMLO sea una persona que manipule la información, nada por el estilo. Todo lo contrario, el lenguaje que usa AMLO, para transmitir sus ideas es construido para que una persona con un nivel bajo de instrucción pueda entender a la perfección de lo que habla el tabasqueño, pero también la habilidad de AMLO es conformar ideas para que las personas con un nivel alto de instrucción las comprendan y las debatan. Esa cualidad, que a luz de las personas sería cualquier cosa, no la tienen ninguno de los otros aspirantes. La interacción que tienen AMLO con su público, no la tiene ninguno de los otros precandidatos. Aunque les duela reconocerlo, las cosas así son. Es como decía el filosofo y politólogo Max Weber no se crea a un líder, más bien se nace siendo un líder.

Otra forma sencilla de comprobar el liderazgo de AMLO, es que durante cinco años, un grupo político-económico decidió eliminarlo del terreno político, así es que desencadeno en diversos medios de comunicación una serie de rumores y descalificativos para que la popularidad del tabasqueño se redujera al grado de que no volviera figurar en ninguna competencia por algún espacio de representación popular.


Sin embargo, el resultado es el que todos ya sabemos, por más intentos que se hicieron en contra del ex Jefe de Gobierno del DF, una gran cantidad de mexicanos creemos en su liderazgo y en el proyecto que este representa. También sabemos de antemano que la propuesta que encabeza, es la única que podría acabar con tanta injusticia y desigualdad en el país.


Es por ello, que el PAN y sus asesores, saben perfectamente del riesgo que representa que AMLO siga en segunda posición, porque esto representaría que la lucha de este 2012, sólo se dé entre el PRI-PVEM-PNA y PRD-PT-MC. Y los votos que siga perdiendo Enrique Peña Nieto, no los sume el PAN, sino AMLO y con ello, llevaría a la mayor debacle del panismo en años. Lo cual no es culpa ni de AMLO, ni de Peña Nieto, sino de las dos administraciones que ha tenido el PAN. Las cuales han producido: mayor desempleo, migración, menor oportunidad de estudios y por supuesto mayor delincuencia.

Ante tal escenario, el Instituto Federal Electoral (IFE) tiene en sus manos decidir entre lo que la ley sí atribuye y lo que un partido político busca. Como ya he dicho en anteriores colaboraciones (consultar mis columnas del 23 y 30 de diciembre de 2011), las precampañas si contemplan actos o mítines abiertos al público, lo único que restringen es el uso de los tiempos al aire, para la difusión de ideas (propaganda).

Para ello, los argumentos que el PAN ofrece carecen de sentido y sólo buscan que el IFE una vez más caiga a las presiones ejercidas por este partido político, lo cual no debe suceder, porque dicha institución debe garantizar la equidad de la contienda, el cumplimiento y respeto de las leyes electorales. Y no responder a los dimes y diretes de un grupo político. Que debemos recordar el PAN es especialista en evadir la ley y hacer lo que este partido quiera.

Ante tal situación, si se debe poner atención en los dictamines y resoluciones que el IFE tenga, porque tales resolutivos podrían ser la diferencia en una elección como la que estamos viviendo.


Publicada en http://sdpnoticias.com/columna/6762/El_nerviosismo_panista

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