domingo, 30 de septiembre de 2012

Campañas negativas elecciones 2012. Parte 1 de 3


Por: Luis Ángel Hurtado Razo


Aunque todos pensábamos que con la reforma electoral de 2007, en la cual se contempla la regulación de las campañas negativas y los tiempos de los partidos políticos en los medios de comunicación, vemos que dicha reforma no fue suficiente, porque en las elecciones presidenciales de 2012, la sociedad mexicana fue testigo de una nueva campaña de negra en contra de uno o varios candidatos presidenciales.

Lo curioso de esto, fue que el Partido Acción Nacional, una vez más fue el primero en decidir emitir dicho mensaje, al igual que en el 2006, el panismo considero que orquestando una campaña en la que demeritará a su adversario  sería suficiente para una vez más remontar en las encuestas y lograr con ello la victoria.

Sin embargo se observa hasta el este momento que Josefina Vázquez Mota, candidata a la presidencia de México no logrará la victoria, esto porque la gran mayoría de las encuestas la ubican en segundo y tercer lugar. Muy lejos del puntero hasta este momento, Enrique Peña Nieto, candidato de la Coalición Compromiso por México.

Por otra parte, el panismo en el 2012, consideró en su estrategia no solo atacar al puntero de los sondeos de opinión sino también a quien se encontraba en segundo sitio, con el objetivo de lograr captar el mayor número de votos que le fuera posible. Como se puede observar el panorama que actualmente vivimos es enriquecedor porque en este podríamos ver que tan efectivas son las campañas negativas.

Pero antes de comenzar a analizar el fenómeno de las campañas negativas en el 2012, considero que sería pertinente remitirme a las elecciones de 2006, esto porque en dicho proceso electoral, fue donde se utilizó mucho más explicita esta técnica de la propaganda. Y no solo por un partido político que era el emisor legal para emitirla sino también por grupos políticos e individuos que consideraban que la posible llegada del candidato de la Coalición Por el Bien de Todos representaba un riesgo para el país o para sus intereses, esta podría ser una gran diferencia en contraste con lo ocurrido en el 2012. Veamos lo siguiente para comprenderlo.



Campaña negativa durante las elecciones presidenciales 2006

Para desarrollar este apartado, me tomaré la libertad de citar algunos de los resultados a los que llegue cuando emprendí una investigación sobre la comunicación política-campañas negativas durante el proceso electoral 2006[1], en el que estudie el comportamiento que tuvieron los distintos actores que participaron[2] en dicho proceso y que emitieron mensajes que encuadre como orquestados y que juntos constituyeron de lo que denomine como campaña negativa.
Considerar la acción humana de manera voluntariosa es otro eje metodológico que ayuda a comprender el ejercicio político. Y para ello las teorías de Max Weber siguen siendo indispensables; como darle un sentido o una intención a toda la actividad humana.
Nada ocurre por la fuerza divina, la casualidad o el azar; con todo y que el enfoque procesal ubique al segundo dentro de la estadística, amén de la complejidad de fuerzas o ciclos que intervienen en un determinado proceso social. La intención, el propósito, el fin claro y focalizado son los ingredientes de todo coctel procesal.
Así, fueron estos elementos metodológicos los que me permitieron efectuar esta investigación, tomando  a la comunicación humana como un proceso social compuesto por innumerables y complejos ciclos, con un gran número de actores, recursos tecnológicos y dinámicas sociales; todo en un espacio social, un tiempo y un ritmo determinados: nos referimos a la promoción del voto durante el proceso electoral del 2006 para la presidencia de la república.
¿Qué fue lo notable durante ese periodo que me motivó a emprender esta investigación de carácter comunicativa? Desde mi punto de vista ocurrieron tantas cosas tan importantes para el país, que aún no alcanzó a vislumbrar sus alcances.
Pero como lo que ocurrió en 2006 también tuvo consecuencias para la propia teoría de la comunicación, a ello me consagro en realizar este trabajo: probar la trascendencia de lo sucedido durante el 2006 con la finalidad de comprobar la teoría de la comunicación, tan perpetuamente debatida, tanto en el 2006 como en el 2012.

Con esta idea llegue a las siguientes conclusiones:

Coincidencias

Coincidencia en la diatriba de los participantes legales e ilegales durante el periodo electoral del 2006.
Pese a los obstáculos para tener acceso a los archivos sonoros, de imagen y audiovisuales de los grupos políticos y económicos de mi interés, las evidencias recabadas y examinadas permitieron demostrar la coincidencia de discurso para descalificar a uno de los contendientes: prueba de una acción concertada.
No obstante, como señala Daniel Bell, en el terreno de lo político la coincidencia no es accidente; de tal modo que los lemas de campaña de los participantes legales y los ilegales no pueden interpretarse como una inocente coincidencia. Recordemos, el discurso de los participantes legales era:


l Andrés Manuel es verdaderamente peligroso para el país.[3]
l Éstos son los grandes planes de López Obrador, un peligro para México.[4]
l Los que no nos quieren, nos dicen que tenemos todo en contra, que no hay razones objetivas que justifiquen mi candidatura, que ya contamos nuevamente con un mesías, con un caudillo, con un salvador. [5]




Discurso de los participantes ilegales:
·  Cambiemos de jinete, pero no de caballo. Mañana, México será mejor que ayer.[6]
·  A lo largo de los últimos 10 años, el país ha creado los mecanismos e instituciones necesarias para que cada día surjan más microempresarios que puedan hacerse de un patrimonio y sacar adelante a sus hijos. Ése es el gran camino para México: crecer, porque cuando crece uno crecemos todos. Apostarle a algo distinto es retroceder: defendamos lo que hemos logrado.[7]
·  En México no necesitas morir para definir tu futuro, sólo tienes que votar: ármate de valor y vota.[8]
·  Joaquín, hay un lema de campaña que hecho eco entre la ciudadanía y es del candidato Sabritas… los invito a tener como yo las manos limpias.[9]
·  Éstas son unas de las semejanzas y diferencias entre López Obrador y Víctor González Torres: López Obrador es socialista radical, como Fidel Castro y Hugo Chávez, mientras que Víctor González Torres es socialista moderado semejante a Michelle Bachelet, Kirchner o Lula Da Silva. Víctor González Torres piensa ayudar al pobre protegiendo la inversión para que se generen empleos: López Obrador no garantiza la libre empresa.[10]
·  En el gobierno de López Obrador hay el germen de autoritarismo y un proyecto personal. La imagen de Carlos Salinas de Gortari construida por López Obrador es en realidad un espejo, por eso la conformación de su equipo. Por eso su programa tan cercano a aquel del liberalismo social del salinismo. Un peligro, pues.[11]
·  Hemos visto muchas veces en América Latina cómo las instituciones democráticas han sido debilitadas por los nuevos líderes políticos del siglo XXI. Eso puede ser riesgoso, pues el desafío más grande al proceso democrático es el aspecto institucional o el imperio de la ley.[12]
·  Yo espero que Felipe Calderón sea el presidente de México, por el bien de los mexicanos, México debe elegir entre una garantía, como es Felipe Calderón y como es el PAN, y la incertidumbre; tiene que elegir entre la estabilidad y la aventura; entre la seriedad política y la demagogia.[13]

Como si fuesen parte de un coro, tanto los legales como los ilegales centraron con matices muy tenues sus ataques y descalificaciones contra uno solo de los candidatos. Pero al unir sus esfuerzos también sumaron recursos económicos y así los destinaron a la guerra comunicativa, que terminó convirtiéndose en toda una masacre comunicativa[14].

La conclusión anteriormente descrita, describe a la perfección los excesos que se vivía en los procesos electorales en materia de comunicación política. Lo cual propiciaba un terreno poco equitativo para los partidos opositores. Ante tal abismo legal con el que se contaba, el gobierno en turno y el poder legislativo consideraron pertinente la redacción de una nueva ley electoral que regulara el comportamiento de los medios de comunicación durante los procesos electorales. A grandes rasgos, se pueden observar los cambios que se efectuaron en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), que normarían las elecciones venideras.







[1] Para mayor información sobre ello, consultar a Luis Ángel Hurtado Razo, 2006: En
[2] En mi libro El año del complot, la estrategia política-comunicativa vs AMLO, propongo dos grupos de participantes. El primero de ellos que denominado participantes legales: son todos aquellos grupos e individuos que tienen las facultades otorgadas por la ley para emitir mensajes propagandísticos. Y el segundo, nombrado como participantes ilegales: que son todos aquellos grupos e individuos que participaron comunicativamente en el proceso electoral de 2006, y que no tenían las facultades legales para emitir propaganda.

[3] Declaración de Roberto Madrazo en ¿Quién es el señor López?, Astillero Films, Mandoki, Luis, op. cit. vol. 2, 59 min. 12 segundos.
[4] Espot televisivo de Felipe Calderón, marzo de 2006.
[5] Espot televisivo de Patricia Mercado, marzo a abril de 2006.
[6] Espot televisivo de Vicente Fox, enero a marzo de 2006.
[7] Espot trasmitido por el Consejo Coordinador Empresarial a fines de junio.
[8] Espot trasmitido por la sociedad Ármate de valor, a fines de junio.
[9] Espot trasmitido por la empresa Sabritas en junio de 2006.
[10] Víctor González Torres, al no obtener registro para ser candidato por el PSDC, se postula como candidato independiente y emite espots en radio, televisión, prensa y espectaculares, sin que el IFE interviniera para frenar su proselitismo.
[11] http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=22504&tabla=primera
[12] Carlos Salinas de Gortari en el Instituto Tecnológico de Massachusetts el 11 de marzo de 2006.
[13] José María Aznar, expresidente de España, expresa su sentir político sobre las elecciones de 2006.
[14] Puede consultar las conclusiones completas en el libro 2006: En
[14] En mi libro El año del complot, la estrategia política-comunicativa vs AMLO.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Crisis en el Partido Acción Nacional (PAN)


Por: Luis Ángel Hurtado Razo
@HurtadoRazoLuis




En los últimos días en los medios de comunicación (radio y televisión) se ha hecho un claro señalamiento sobre la posible crisis que vive la izquierda partidista en México, esto a raíz del anuncio que hiciera el ex candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, de llevar a el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la conformación de un nuevo partido político. 
Este acto fue el titular de casi todos los periódicos del lunes 10 de septiembre, y la deducción que se ofrecía en las diferentes notas, crónicas o análisis es que existía una fractura en la izquierda propiciada por el propio AMLO quien ya apuntala una nueva candidatura presidencial para 2018. Lo cual podría ser cierto, pero no quisiera destinar este espacio para hablar de la izquierda, de la cual ya muchos han hablado.
Me gustaría enfocarme en analizar otra crisis de la cual no se ha hablado tanto, o se habló pero se ha dejado de lado porque la crisis de los partidos de izquierda concentró los reflectores. 
El Partido Acción Nacional, actualmente sufre una o quizá la peor crisis electoral de su historia. Desde mi punto de vista el panismo ha sufrido tres crisis en sus 73 años de vida. De las cuales las dos primeras no han sido de la magnitud de esta última, veamos por qué. 
La primera se desarrolló justamente previa a las elecciones presidenciales de 1976, originada por el choque entre el grupo encabezado por Efraín González Morfín quien fuera candidato a la presidencia de la República en 1970 por el PAN, y quien siguiera el legado ideológico de Manuel González Morín, el ex candidato presidencial  rechazaba los ideales propuestos por el entonces presidente del partido José Ángel Conchello quien estaba claramente identificado con ideas anticomunistas, pragmáticas, electoreras, y su ferviente defensa del financiamiento empresarial hacia el partido. Esta situación derivó el choque contra González Morfín, por una parte Morfín consideraba seguir con las doctrinas partidarias que se habían propuesto desde el origen del partido mientras Conchello consideraba la entrada de nuevas figuras e ideales al partido y con ello buscar la transformación de la agrupación política. 
Sin embargo mientras Conchello se mantenía al frente del partido, éste tenía posibilidades de buscar llevar sus objetivos a la práctica, y tan fue  así que éste convocó a que se adelantará la Convención Nacional del PAN (la cual tendría que efectuarse para 1976), para decidir  el futuro candidato a la presidencia. 
Otra acción previa a dicha convocatoria fue que el 2 de abril de 1975, Conchello destapara la precandidatura presidencial de Pablo Emilio Madero, con esto, Conchello sabía que llevaba cierta ventaja Madero a sus adversarios al tener el apoyo del presidente del partido rumbo a la Convención Nacional, de dicho encuentro, resultaría ganador Pablo Emilio Madero como candidato a la presidencia, sin embargo, Morfín consideró que no existían las condiciones para poder respaldar a Madero como candidato a la presidencia porque éste no había obtenido el ochenta porciento de los votos que requería por parte de los miembros del partido para ser candidato a la presidencia, con este escenario,  y siguiendo las normas internas del PAN en donde se establecía que se requería ese porcentaje, se llego a la conclusión de no contender a la presidencia. 
Sin embargo para 1982, el grupo de Conchello ya contando con el control del partido, decidió ahora sí postular a Pablo Emilio Madero como candidato presidencial. 
La segunda crisis que viviera el panismo fue justamente durante los comicios electorales de 1988, en donde apareciera una coalición de partidos de izquierda que opacara la figura de su candidato a la presidencia Manuel J. Clouthier y del propio panismo. Esto porque la coalición de izquierda representaría un grupo de competencia real para el partido en el gobierno (PRI), Giovanni Sartori menciona que “la fuerza de un partido es, en primer lugar, su fuerza electoral” (Partidos y sistemas de partidos, Alianza Editorial, 2005, p. 161). Por supuesto esta coalición de izquierda tenía mucha fuerza electoral, la cual fue producto del hartazgo de los malos gobiernos priístas. 
La izquierda sería encabezada por el hijo de Lázaro Cárdenas (ex presidente de México y general de la Revolución Mexicana), Cuauhtémoc Cárdenas, quien decidiera un año antes (1985) salir de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para contender por la presidencia de México bajo el lema de Democratizar  las Instituciones (entre ellas al propio PRI) con él como líder de dicho movimiento surgiría el Frente Democrático Nacional (FDN), para ser más enfático, el PAN no estaba preparado para un bloque de izquierda que le quitara la segunda posición electoral  que hasta el momento había tenido, el surgimiento del FDN, sería un gran obstáculo para el PAN, con ello y con los resultados obtenido en 1988, en donde quedarían  en tercer puesto. El panismo tuvo que replantear su rumbo, más si esta agrupación deseaba ganar la presidencia de la República. 
De estas elecciones el blanquiazul aunque sufrió un gran tropiezo, supo hacer los acuerdos necesarios con el PRI para iniciar el proceso de transición democrática, vinieron las primeras victorias estatales, pero el PAN que contendía ya en estas elecciones no era el que González Morín había pensado cuando decidió convocar a su creación. El PAN que había sido el eterno opositor del PRI, se convertiría ahora en el fiel aliado. 
La alianza que firmará con el PRI, no sólo trajo, victorias locales sino también llegaría el momento de acabar con 71 años de gobierno priísta y darle la oportunidad a la alternancia en el poder. La victoria del entonces candidato presidencial Vicente Fox, fue un parte aguas en la historia política de nuestro país. Se creyó que la derrota del PRI sepultaría a este partido. La sociedad estaba emocionada de estar viviendo este proceso de cambio para el país. 
La esperanza e ilusión fue tan grande que se creyó que en 6 años se terminaría con problemas como: inseguridad, desempleo, pobreza, educación, etc. 
Sin embargo el panismo demostró  que no pudo cumplir todas aquellas  propuestas de campaña de su candidato presidencial, sino que ya no era un partido distinto al que tanto había criticado, pues ahora ya era muy parecido a éste. Los males que tanto daño habían hecho en la era priísta no sólo continuaron sino que se habían incrementaron. Con ello la fe en el panismo inició su camino hacia el declive. 
Para las elecciones presidenciales de 2006, el PAN ganaría el proceso electoral de la mano de Felipe Calderón, aunque una parte de la población considerara que no hubo un proceso electoral limpio y equitativo, con ello el PAN tropezaría con los males que tanto había criticado, la equidad en las contiendas y la limpieza de las elecciones que habían caracterizado al viejo régimen se harían presentes en esta nueva etapa de la historia de México.  El fantasma de la desconfianza en las instituciones electorales se haría presente en la etapa democrática panista de México. 
Situación que minaría el siguiente proceso electoral, además de la lucha contra el crimen organizado en México emprendida por el presidente, derivaría un ambiente de inseguridad, miedo y desconfianza en contra del panismo. Más la profunda división que se estaba gestando al interior del partido derivaría que en las elecciones de 2012, se presentara un PAN dividido, débil y traicionado por aquellos que fueron la imagen de la victoria presidencial en el 2000 (Vicente Fox). 
La carrera rumbo a la candidatura del blanquiazul fue tal, que a dicho proceso acudieron 9 aspirantes, de los cuales para el mes de noviembre sólo quedarían 3 de ellos, en los que destacaban el ex aspirante presidencial Santiago Creel, el secretario de Hacienda Ernesto Cordero que se consideraba como el candidato del presidente Calderón y por último la diputada Josefina Vázquez Mota. De este proceso Vázquez Mota lograría obtener la mayoría de votos. 
En esos días, se pensaba que el PAN uniría fuerzas para que su candidata logrará la hazaña y remontará en las encuestas, sin embargo se observo que no todo el panismo estaba contento con las aspiraciones de Vázquez Mota. Sumado esto, más el desgaste de la imagen de Calderón por la lucha contra el crimen organizado.  Con ello la derrota en el 2012 era casi inevitable, el resultado para muchos panistas ya era sabido aunque quisieron ocultarlo o negarlo. 
La suma de todos estos factores son los claros indicativos de la tercera crisis que vive actualmente el panismo.   Por otra parte, después de ello siempre cabe el posible resurgimiento, más en un partido con años de experiencia y crisis que no lo han llevado a la desaparición. 
Un claro ejemplo de la búsqueda del cambio son las actitudes que han tomado varios panistas (el senador Javier Corral) de oponerse a que Felipe Calderón se adueñe del partido. Con ello, la intensión de estos panistas es aprender de los errores que se cometieron durante esta administración. 
Aunque con ello no quisiera adelantarme a los hechos, y profetizar sobre una posible refundación del PAN, esto el tiempo y los panistas lo dirán. El PAN está justo en el momento de renacer o volver a tropezar con los errores que detonaron la actual crisis y la derrota electoral que vivieron en 2012.