viernes, 3 de septiembre de 2010

Nuevas amenazas al diario Noroeste de Mazatlán

El periódico Noroeste de Mazatlán volvió a ser objeto de amenazas y agresiones por parte de una presunta célula del cártel de Juárez, luego que esta misma semana sus instalaciones fueron rafagueadas con armas de alto poder. La víspera, el rotativo recibió una serie de amenazas vía telefónica que advertían de la posible detonación de una bomba.

El Departamento de Investigación de la Policía Ministerial de Mazatlán sumó estos hechos a las indagaciones que realiza para localizar a los responsables de las amenazas, mientras las autoridades estiman que las intimidaciones provinieron posiblemente de las personas que el miércoles 1 de septiembre dispararon contra las instalaciones del periódico.

Trabajadores del diario Noroeste fueron desalojados el jueves de las oficinas, alrededor del mediodía, tras la amenaza de un posible bombazo a las instalaciones, en las que solo permaneció personal responsable de la edición e impresión a fin de evitar la suspensión de la publicación.

En un editorial publicado la víspera y titulado “¡No vamos a ceder!”, el periódico denunció que “la autoridad estatal no ha cumplido con su obligación de prevenir e investigar cualquier acto contrario a la libertad de expresión, pues no solo permanecen impunes un sinnúmero de atentados contra medios y periodistas, sino que no cesa la escalada de violencia contra empresas de comunicación y sus trabajadores”.

Citó el caso de Noroeste, que previo al ataque contra sus instalaciones en Mazatlán, ha sufrido una larga cadena de robos de vehículos, en uno de los cuales fue herido de bala uno de sus empleados, “hechos todos que siguen impunes”.

Por ello, el periódico exigió al gobierno del estado “no solo el esclarecimiento de todos y cada uno de estos hechos, sino las garantías plenas para el desempeño de nuestra tarea de informar."

Ante tal escenario, el diputado federal de Acción Nacional, Manuel Clouthier Carrillo, manifestó que el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, debe tomar cartas en el asunto de la seguridad en la entidad.

De igual forma, pidió al periódico agredido indignarse y ser enérgico hacia el Estado para que éste ofrezca las garantías para el ejercicio de la libertad de expresión.

En su editorial de este jueves, ¿Qué sigue?, Noroeste insistió en que el ataque al periódico es un atentado a la libertad de expresión y al ejercicio periodístico, “pero sería absurdo ignorar -anotó- que además de ser el más reciente eslabón de la larga cadena de atropellos a la dignidad y a los derechos de los ciudadanos, representa un parteaguas en los niveles de violencia, pues se atenta contra una de las instituciones ciudadanas más importantes de una democracia, como lo es un medio de comunicación”.

Las instalaciones de Noroeste ya son resguardadas por elementos de la policía estatal.

Luis Angel Hurtado Razo

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